Por Karen Marín Argüello, estudiante de la Licenciatura de los Estudios Sociales y la Educación Cívica.
Reunirnos hoy, en este 25 de julio, tiene un profundo valor simbólico y ético. No se trata únicamente de recordar un hecho del pasado, sino de renovar un compromiso con la historia viva de nuestro país.