Según explicó Magda Sandí, decana de la FE, la idea es potenciar los espacios con los que cuenta la Facultad, así como la experiencia del cuerpo docente para desarrollar una serie de actividades que propicien y fomenten la lectura en diversos públicos.
Enfatizó que se pretende ver la lectura más allá de una obligación, si no como un hábito que satisface otras necesidades personales y emocionales. La lectura permite alcanzar metas, tener más tranquilidad, a ser personas más creativas, entre muchos de sus beneficios.
Como parte de esta iniciativa, se restauró el conjunto escultórico alusivo al cuento de Cocorí, que desarrolló la artista nacional Leda Astorga y que se encuentra a la entrada de la Facultad de Educación. Y también se está en conversaciones con la comisión de paisajismo de la UCR para mejorar los alrededores y hacer un sitio agradable y seguro.
Durante los meses de diciembre y enero, la artista Leda Astorga trabajó en la restauración del conjunto escultórico Cocorí.
Foto:
De esta manera, el jardín cuentacuentos será un espacio en el que niños y niñas, jóvenes y personas adultas podrán participar, una vez al mes, en las actividades que organizará la FE.
Además, se hace la invitación a que escuelas y colegios que requieran un espacio para estos fines, puedan utilizar el jardín. Asimismo, se pretende que pueda usarse para realizar actividades culturales.
Para iniciar con este proyecto, en el marco de la Semana del Libro, se realizó la inauguración del Jardín Cuentacuentos con la lectura del relato “La mano peluda” y un taller de narración oral y teatro para la promoción de la literatura infantil.
El conjunto escultórico Cocorí se desarrolló en el marco del proyecto Rincón de Cuentos del docente y escritor Carlos Rubio.
Existe uno en la Escuela República de Nicaragua y otro en la Escuela República de Paraguay en Hatillo. El tercero se hizo en la UCR y los tres fueron elaborados por la artista plástica Leda Astorga, quien fue la que propuso hacer un cuento escultórico, es decir, que las esculturas contaran la historia del cuento que se escogió, que en este caso fue Cocorí de Joaquín Gutiérrez Mangel.
Astorga señaló que la restauración que se llevó a cabo en el conjunto escultórico de la UCR, fue muy profunda, pues la estructura interna estaba muy dañada, se limpió la parte externa de los personajes y se rellenaron con material nuevo, por lo que ahora quedaron muy firmes, ya que es un espacio de alto tránsito y hay mucha interacción con las esculturas.