Facultad de Educación inauguró el día 20 de mayo de 2020 la reorganización de espacios educativos de acuerdo a propuestas pedagógicas modernas.
La inauguración estuvo a cargo de la señora Decana Dra. Guiselle M. Garbanzo y la acompañó el señor Director de la Escuela de Formación Docente, M. Ed. Wilfredo Gonzaga Martínez, entre los presentes. Esta fue una propuesta pedagógica solicitada por la señora Decana que se gestó desde una comisión pedagógica integrada para estos efectos por Hazel Castro, Patricia Marín y Silvia Chacón, docentes de la Facultad de Educación. La propuesta fue aprobada por el Consejo Asesor de la Facultad en su momento. El personal docente y estudiantil contará con espacios educativos modernos, impulsando procesos educativos en ambientes flexibles y dinámicos de aprendizajes, según las tendencias modernas de la educación.
La educación debe orientar sus esfuerzos hacia el cambio social, la escuela moderna mira hacia métodos educativos que ponen énfasis en el aprendizaje activo y visible, que permitan el desarrollo capacidades para aprender a aprender.
Desde hace varios años existe un interés por comprender la relación entre el diseño de los espacios y el aprendizaje. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2017) en un estudio ha establecido que los estudiantes que asisten a centros educativos con mejores condiciones de infraestructura y de diseño de espacio se interesan más por asistir a clases que aquellos que van a instalaciones donde no hay atractivos adicionales más allá del salón de clases y los pupitres.
Si queremos que los futuros docentes desarrollen competencias para el diseño de estrategias innovadoras fundamentadas desde la teoría pero con una clara vinculación con la práctica, debe experimentar el cómo, el dónde y con qué, y tomar en cuenta la necesidad de redefinición de espacios de las aulas especialmente diseñadas para las nuevas demandas emergentes en la educación, de manera que potencie el diseño y aprovechamiento de espacios de aprendizaje como parte de su formación es un punto clave. Convirtiendo de esta forma a las aulas y los espacios de la Facultad en potenciales laboratorios para desarrollar diversas propuestas.
Esta iniciativa busca darle la importancia que tiene el espacio del aula como un recurso con el que tanto docentes como estudiantes puedan contar para realizar actividades educativas con mayor flexibilidad, de manera que el espacio sea más motivador y fomente el aprendizaje. Los espacios no deberían limitar las actividades que se puedan realizar en un aula, sino que debería ser un recurso adicional con el que los docentes puedan diseñar experiencias de aprendizaje participativas y flexibles.
Desde esta visión, la Facultad de Educación desde el año 2018 ha iniciado la redefinición de los espacios educativos de la Facultad de Educación liderada por la decana Guiselle M. Garbanzo Vargas, quien durante su gestión ha procurado realizar transformaciones mediante la planificación de acciones conjuntas para marcar rumbos que concuerden con la educación la sociedad costarricense, en un contexto mundial complejo y en constante cambio. Parte de este proceso ha evidenciado iniciativas académicas, y otras enfocadas en la mejora de las instalaciones y equipo tecnológico de la Facultad según las tendencias mundiales, para facilitar a todo su personal las condiciones y recursos necesarios para impulsar a la Facultad de Educación como líder en el campo educativo.
Con un propósito claro de facilitar espacios y recursos para el desarrollo de iniciativas pedagógicas innovadoras en la Facultad de Educación, se inicia un proceso de redefinición de los espacios de las aulas 111 y 112, inicialmente se cambió todo el mobiliario, se colocaron pantallas interactivas y se instauró un sistema automatizado para ingresar a las aulas. Este proceso se discutió en el Consejo Asesor de la Facultad, quienes visionaron la necesidad de contar con una propuesta pedagógica de redefinición de espacios de las aulas, con el convencimiento de que la presencia de las tecnologías educativas en los diferentes espacios, debería estar acompañada por nuevas maneras de aprender y de enseñar, lo que involucraría un necesario cambio paradigmático. De esta forma se conformó una Comisión Ad Hoc conformada por los docentes Silvia Chacón, Patricia Marín, Carlos Picado y Hazel Castro.
Para Chacón, Castro, Marín y Picado (2018) con la redefinición del espacio se espera acondicionar el aula para potenciar el aprendizaje y se espera promover un espacio que permita actividades variadas y flexibles para favorecer el aprendizaje, que permita a los estudiantes el compartir, discutir, reflexionar, analizar, construir, interactuar con los otros, donde las experiencias vividas requieran un valor para su formación. La premisa principal es que el espacio se convierta en un tercer maestro que busca una conexión entre la arquitectura y la pedagogía. (Reggio, 1995)
Esta iniciativa se mueve bajo la noción de que los espacios promueven diversidad de situaciones de aprendizaje, más allá de la sola idea de insertar recursos diversos en un espacio tradicional, el diseño espacial para el aprendizaje conlleva considerar que los recursos, sean físicos o digitales, requeridos con un propósito educativo claro. Para Chacón et al. (2018) en coherencia con Iglesias (2008) el ambiente de aprendizaje está configurado como una estructura con cuatro dimensiones que están claramente definidas la dimensión física, funcional, temporal y relacional, y estas dimensiones deben responder tipo de actividades pedagógicas aprendizaje que puede potenciarse con un ambiente más flexible en cuanto a su aplicación, cocreación, dialógicos y resolución de problemas conjuntos (Departamento de Docencia Universitaria, DEDUN, 2016)
Para Chacón et al. (2018) el significado de "Totus" en Latín es "en conjunto", por lo que esta propuesta de intervención debe permitir una interacción de 360 con el ambiente, por parte del estudiantado; para ello se requiere intervenir pisos, paredes, techo, diseño espacial y cambio de mobiliario, así como la incorporación de equipo electrónico y digital, incorporando mobiliario estático y movible, con un diseño que potencie las dimensiones y permita la aplicación de actividades pedagógicas señaladas en el apartado anterior.
Las etapas que conllevo esta redefinición fueron: fundamentación de la propuesta, búsqueda de apoyo presupuestario, planificación del proyecto a nivel arquitectónico y ejecución. La primera etapa se realizó con el apoyo de la Comisión Ad Hoc seleccionada por el Consejo Asesor de la Facultad y las demás etapas fueron gestionadas por la Decana Guiselle Garbanzo.
Este proyecto es un gran logro para la Facultad de Educación, permitiendo no solo para dotación de infraestructura y recursos para las aulas, sino para continuar promoviendo que estos espacios se conviertan en ambientes de aprendizaje que promuevan mayor interacción y participación, colocando al estudiante como centro del proceso educativo. Convirtiéndose en espacios acordes a las pedagogías emergentes que buscan una educación de calidad. Se espera continuar con la totalidad de la reorganización de estos espacios educativos.
Fotografías: Inauguración de aulas redefinidas, 20 de mayo 2020.
Nota: Máster Hazel Castro Araya, Docente Escuela de Formación Docente.