El trabajo comunal Servicios Educativos Complementarios liderado desde la Escuela de Formación Docente de la Facultad de Educación ha ofrecido por 27 años diferentes apoyos a la población estudiantil de secundaria y bachillerato del sector público.
Desde un enfoque integral este TCU hace esfuerzos diversos a nivel didáctico y humanístico para propiciar la superación de dificultades académicas de la comunidad educativa de la enseñanza secundaria pública y de educación abierta del área metropolitana. Gracias al compromiso de sus encargados, la profesora M.Ed. Melba Sofía Fallas Zúñiga, Coordinadora y el Bach. José Ángel Salazar Chacón, Asistente del Proyecto, sumado al trabajo de muchos estudiantes universitarios se ha logrado apoyar a unas 400 personas por año para que puedan salir adelante con sus pruebas de convocatoria o bachillerato.
Actualmente participan estudiantes de las carreras de Enseñanza del Castellano y Literatura, Ciencias Naturales, Matemáticas, Estudios Sociales y Educación Cívica, Inglés y Francés; estudiantes de las carreras de Ingeniería Mecánica, Eléctrica, Civil y Química y estudiantes de las carreras de Inglés, Francés, Química, Derecho, Administración Pública y Medicina. Todos ellos han recibido capacitación previa y acompañamiento de sus pares especialistas en pedagogía para ampliar sus estrategias y metodologías de enseñanza.
Quizás uno de los éxitos que ha mantenido por tanto tiempo esta iniciativa de acción social ha sido su preocupación por ofrecer atención individualizada e integral a la población estudiantil, mediante la realización de actividades interdisciplinarias que van más allá de los contenidos disciplinarios y académicos, por ejemplo facilitando talleres de carácter artístico y de formación en diversos aspectos como el emocional, autoestima y otros temas de interés.
Son muchos los aportes de este trabajo comunal que trascienden la ayuda a estudiantes para superar pruebas de secundaria, simultáneamente también se ofrece un espacio complementario de formación académica para el estudiantado universitario participante. En él pueden adquirir o ampliar su experiencia profesional y fortalecer o desarrollar habilidades esenciales para desenvolverse y comprender la realidad de la sociedad costarricense, su sistema educativo y su futura labor, según los destaca el asistente del TCU, José Ángel Salazar Chacón.
La población beneficiaria del proyecto se compone de 3 grupos: el primero corresponde a las personas que se encuentran dentro del sistema educativo público o subvencionado que requieren apoyo para prepararse para sus pruebas de convocatoria; el segundo sector beneficiado son las personas que van a realizar pruebas de bachillerato y finalmente el tercer grupo está compuesto por personas que se deben preparar para presentar las pruebas de bachillerato y noveno año por suficiencia.
Se innova constantemente para responder a las necesidades emergentes
Tras la experiencia acumulada a lo largo de los años se ha detectado una la necesidad de desarrollar espacios de educación integral, para esforzar componentes de los ejes transversales del sistema educativo, desde esa visión, y como se mencionó inicialmente, se ofrecen diversos talleres enfocados en temáticas como baile, música, psicología y artes plásticas.
La innovación y exploración constante a nivel didáctico es otro de los diferenciadores de este facilitar espacios personalizados a estudiantes que lo requieran, así como alternativas educativas para el aprendizaje significativo, y por ende el éxito académico que buscan las y los jóvenes que acuden a las aulas. Desde juegos, espacios personalizados, grupos pequeños, variedad de material de apoyo y diversas dinámicas, se busca siempre facilitar la comprensión y superar dificultades.
Otra innovación o alternativa ofrecida por el TCU se puso en práctica desde hace 2 años, debido a la gran demanda presentada en el verano del 2018 (más de 900 personas), la misma consiste en realizar las acciones del proyecto en 2 momentos del año: uno en verano (usual) y el otro en el segundo semestre en los meses de setiembre y octubre, este último exclusivamente para personas que harán bachillerato por primera vez; esta medida ha mejorado el alcance e impacto porque ha centralizado los esfuerzos según necesidades de la población beneficiaria.
Como se ha mencionado, también los estudiantes universitarios obtienen beneficios al realizar sus horas de trabajo comunal, ya que reciben talleres para reforzar algunos componentes de sus clases, como es el caso de elaboración de materiales didácticos, uso de medios tecnológicos y recursos audiovisuales, manejo del estrés y LESCO, entre otros.
Para el Bach. Salazar Chacón el mayor avance del presente año fue el aporte de talleres abiertos a toda la población universitaria, bajo el marco del “año de la salud mental” donde se pretende realizar constantes reflexiones sobre esta temática, así como la generación de espacios para compartir, convivir y recrearse, lo cuales son esenciales para una buena salud mental, según lo recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Conozca más sobre el proyecto en el siguiente video
Amplia cobertura regional
Para entender un poco más el impacto que tiene el proyecto, basta en conocer que la población que atiende proviene de diferentes zonas del país, principalmente del Gran Área Metropolitana, y según datos del propio TCU, este verano 2019 reciben clases 104 estudiantes, de ellos 86 para prepararse por pruebas de convocatoria de secundaria y 21 para bachillerato.
En el caso de bachillerato se presentó una reducción significativa respecto a otros años ya que estas pruebas ha experimentado muchos cambios, por ejemplo los exámenes de idiomas fueron sustituidas por pruebas de certificación de idioma explicó el asistente del trabajo comunal. En total se ocuparon 167 cupos, cuya distribución se puede observar en el siguiente gráfico:
Provincia de origen de las personas de matriculados en TC-189, Verano 2019
En esta edición se atiende población de 4 provincias y 20 cantones; entre ellas: Cartago, Aserrí, Pavas, Orotina, San Pedro de Montes de Oca, Turrialba, La Unión, Heredia, Santo Domingo, Curridabat, Goicochea, Tibás, Moravia, San José, Escazú, Alajuelita y Desamparados. Para los encargados del trabajo comunal, este alcance es muy significativo porque equivale al 57% del territorio nacional al nivel provincial y alrededor del 25% al nivel cantonal.Y los porcentajes se amplían si se toman en cuenta los años anteriores; porque se ha cubierto 5 de las 7 provincias y se ha alcanzado más de 33 cantones. En promedio anualmente participan 400 jóvenes, e incluso alcanzado un pico máximo de 900 hace 2 años.
Para hacer posible la atención de la población en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, se cuenta con la colaboración de varias facultades, principalmente en el uso de espacios físicos y equipo de apoyo, se utilizan los espacios de la Facultad de Educación, más el apoyo administrativo de la Facultad de Ciencias Sociales, la Facultad de Ingeniería y la Escuela de Química, que han puesto a disposición espacio físico para llevar a cabo el proyecto.
Una vez más, la Facultad de Educación,mediante el las iniciativas de sus unidades académicas, ofrece sus recursos y esfuerzos para acercarse a la realidad educativa actual y generar un impacto positivo en la comunidad y en los futuros profesionales que aporta a la sociedad esta casa de estudios.
Nota relacionada: Avances FE de la Facultad de Educación presenta el proyecto Servicios Educativos Complementarios
Nota: M.T.E. Karol Ríos Cortés, Comunicadora
Fotografías y datos: José Ángel Salazar Chacón, Asistente TC-189